miércoles, 31 de marzo de 2010

Hoy pasó justamente lo que no me gusta que pase:

"tener planeada la tarde para que a última hora no resulte nada, luego se hace tan tarde que ya no puedes optar por el siguiente plan. Te desesperas un poco y piensas... ¿que puedo hacer?, ¿si hay tantas cosas por hacer, por qué no quiero hacer nada?"

la solución: tu bici, tus audifonos y contigo algunos pensamientos solitarios y melancolicos que lentamente se comen las calles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario